El día amanece más
nublado de lo previsto en la jornada anterior. Pero en torno a las
8:30 cuarenta y cuatro personas nos reunimos en cuatro puntos de
encuentro diferentes del valle del Ara -es lo que exige la dispersión
de la población de Sobrarbe- con el objetivo de confluir en
la localidad de Bergua y desde allí subir a Escartín,
en el Sobrepuerto, para conocer la arquitectura tradicional
pirenaica en sus calles y construcciones, que vieron marchar
definitivamente a sus pobladores a finales de los años 60. El Club
de Montaña Nabaín organiza esta ruta, senderista y cultural,
que interpretará uno de sus integrantes, el arquitecto boltañés,
especializado en la arquitectura tradicional de Sobrarbe, Thibault
Dieste.
Parece que
borrasquea levemente. Pero las previsiones meteorológicas,
aunque algo cambiadas en relación a las que vimos ayer, dan solo la
posibilidad de alguna precipitación poco abundante en el arranque de
la mañana; y prometen o un sol radiante, o claros y nubes
alternándose, el resto de la jornada.
Ya nevó el
jueves, dejando blanco -y precioso- todo el Sobrepuerto. Marie
y Dani se encargaron de revisar la ruta al
día siguiente para ver las condiciones en que se encontraba, dado
que sabíamos que la nieve se había helado en las calles de Bergua,
localidad asentada en la cara norte de la sierra de Berroy. El
descenso al barranco Forcos es lo que más podía preocupar
para recorrerlo con un grupo grande, por su carácter ‘pozino’
-como se dice en Sobrarbe- u
‘obago’
-como lo definen en el aragonés de Ribagorza-. A pesar de que no
entra el sol en este ‘paco’ la senda está practicable,
con cuidado, aunque con algún tramo ‘chelau’.
Valle del Forcos tras la nevada del jueves
Al llegar al cauce (también conocido como ‘barranco d’A Glera’, o
de Otal por venir del circo de ese importante pueblo, también
deshabitado) las losas que dan acceso al puente son
otro punto delicado, porque incluso sin nieve suelen estar heladas en
esta época hasta bien entrada la mañana. Aunque con cuidado, medios
y compañerismo, como tantas otras veces, no parece que vayan a poner
en dificultades importantes al grupo.
Lo que sigue es más
‘solano’. Y no nos preocupa. El camino zigzaguea
por la vertiente que mira al sur de este valle escondido, hasta
remontar al elevado plano (a más de 1300 metros) donde se asienta
Escartín. Es un lugar precioso. Es un pueblo espectacular,
que pese a haberse despoblado en gran medida en 1966, sigue
destilando vida: por su cuidada fuente,
que no deja de manar; por sus ‘roseras’, que
siguen floreciendo; por sus laderas talladas por innumerables
‘fajetas’, que nos hablan de una gran capacidad de
adaptación a un medio difícil y de un incansable trabajo para
mantener la vida en él; por la ‘chaminera’ de
Casa Navarro, la última que mantuvieron humeante -hasta casi 1970-
Generosa y Antoné, o por sus bordas, portadas, corrales,
balcones…, que nos siguen hablando de sus habitantes pese al
paso del tiempo.
Una salida preparatoria de la ruta realizada en fechas anteriores por
el Club Nabaín
Dani también revisó
el camino de la margen derecha del Forcos, por el que pensábamos
volver, haciendo un recorrido casi circular por debajo de
Basarán. Pero alguno de sus barrancos baja fuerte y rodeado de
hielo y nieve. En principio pensamos en volver por el camino de
subida.
Son casi las 8:30
horas y 44 personas nos vamos reuniendo en cuatro puntos de encuentro
diferentes del valle del Ara, para dirigirnos a Bergua. Desde allí
nos dicen que está nevando. Aunque suave. Pero la carretera está
ya blanca. La previsión meteorológica, en principio, sigue sin
ser mala. Primi nos advierte de que pasado
Jánovas el asfaltoestá cubierto y que nieva con fuerza. Desde Fiscal
nos cuentan que empieza a estar delicado moverse en coche. Los que
venían de Campo están parados al otro lado del puerto de Foradada
hasta que pase el quitanieves. En Boltaña y Aínsa
empiezan a caer copos.
Decidimos esperar un rato a la mejoría
anunciada para no arriesgar demasiado con muchos vehículos por las
carreteras blancas.
Carretera de Bergua, en la mañana de la salida, el sábado.
Nos juntamos una
gran parte del grupo en Boltaña. Y nos vamos comunicando con el
resto de los compañeros. Algunos van viniendo. Pensamos en cambiar
la ruta y marchar, cuando afloje la nieve -tal y como está
previsto-, al núcleo despoblado de San Fertús, más accesible, y
hacer allí las explicaciones sobre la arquitectura tradicional.
Esperamos, pero la
nevada no afloja, si no todo lo contrario. Visitaremos, pues, algunas
construcciones de Boltaña y cuando mejore -como está previsto- nos
iremos a San
Fertús. Con mochilas y bastones recorremos las calles del
casco viejo de esta bonita localidad. Sigue nevando. Thibault nos
explicará la arquitectura de Casa Dieste, desde su interior.
Así estaremos a cubierto.
Allí revisamos los
volúmenes constructivos de la arquitectura vernácula. Sus piedras
calizas y rectilíneas sacadas de las ‘ralleras’
que descienden de su castillo; los maderos que hacen de vigas procedentes de los montes cercanos;
las bóvedas -de medio punto o rebajadas, e incluso, una de
ellas, combinando ambas opciones- que contribuyen a adaptar la casa a
los desniveles de la ladera; la “flexibilidad”
constructiva (para algunas cosas) de las losas de los tejados; sus
pendientes; el lagar, la ‘chaminera’, la
sala, la cocina, los polivalentes patios de
entrada;… Y también comparamos las construcciones adosadas, que cierran todos los huecos de los márgenes de las calles de
Boltaña, donde las viviendas han crecido en altura, y esconden
huertos y patios en el interior de las “manzanas”, con esas otras
casa exentas, que crecen en horizontal, con edificios auxiliares,
huertos, corrales y patios al exterior, que
hubiéramos visto en Escartín.
Parte del grupo, al final de la mañana en Casa Dieste, de Boltaña
Ya no iremos hoy
allí ni tampoco a San Fertús. La mañana pasa entre
explicaciones y comentarios. Este senderismo de interior nos ha
llenado también. Y nos da ganas de más. Por eso se reprogramará la salida a Escartín. Y otras parecidas. Han
sido pocos kilómetros y un reducido desnivel, pero una agradable
mañana. La Ronda, que está en Sarvisé, o la
Ferieta, en Aínsa, completarán el día.
Gracias a la familia Dieste. Gracias a la comprensión y buena disposición de todos los participantes. Gracias a los guías y colaboradores. (¡Y un abrazo para Somo!)
Texto: Juan Rodríguez
Bielsa
Fotos:
Esther Núñez, Marie Delacroix, Isabel Arbués, Daniel
Carbonell, J. Somolinos,...
(ompañer@s y amigos del Club de Montaña Nabaín)
Más sobre
Escartín
http://www.lospueblosdeshabitados.net/2011/12/escartin-huesca.html
Más sobre Casa
Dieste:
Artículo
https://casadieste.es/wp-content/uploads/2019/06/articulo_casa_dieste.pdf
Vídeos
trabajos https://studio.youtube.com/video/HsvbAhYix4w/edit
https://studio.youtube.com/video/v6y3NS-9RAY/edit
Así estaba Fiscal, esa mañana