miércoles, 2 de octubre de 2024

La vida de las piedras: Masterclass en el barranco del Río de Abizanda (Crónica)

 

El Club de Montaña Nabaín organizó una salida deportiva y divulgativa sobre la geología de Sobrarbe, que contó como ponente con Ánchel Belmonte




La sección de barranquismo del Club de Montaña Nabaín llevaba desde hace un tiempo esperando poder hacer una salida muy especial. Se trata de una salida geobarranquista que por varios motivos había tenido que ser aplazada en un par de ocasiones y que por fin, se pudo realizar este pasado domingo.Tuvimos el privilegio y el honor de asistir a una masterclass de geología impartida por Anchel Belmonte, maestro, doctor en geología y coordinador científico del Geoparque Mundial de la Unesco Sobrarbe-Pirineos.


De la mano del científico y divulgador los particuipantes tuvimos la oportunidad de conocer un poco mejor estos espacios, comprender cómo se forman y cómo se transforman. El barranco escogido para esta lección de geología ha sido el barranco del Río, en Abizanda.


Iniciamos nuestro particular viaje por el tiempo en la zona habilitada como aparcamiento, donde dejamos nuestros vehículos y donde nuestro maestro Anchel realizó una pequeña introducción de lo que unos minutos más tarde pudimos observar en vivo y en directo, no sin antes cuestionarnos el uso masivo que hacemos de estos espacios, ¿somos realmente merecedores de este privilegio?
Ánchel nos explica cómo se forman estos barrancos y sus especiales características: el encajonamiento del agua y la fuerza que ésta ejerce, las roturas en la rocas que pueden ir formando distintos saltos o cómo se forman badinas y marmitas por la fuerza de la llamada cavitación (la fuerza con la que las burbujas del agua por su presión y su impacto son capaces de modificar la roca).


Agua y roca, los componentes principales de este fantástico proceso.


Después de esta primera charla y una vez dentro del propio barranco por el que se accede por una pista a cinco escasos minutos del aparcamiento, pudimos apreciar y comprender, con las impagables explicaciones de Ánchel, el comportamiento y la fuerza del agua y su poder para diseñar y transformar los cañones, sus marcas por el desgaste y la erosión o por la rotura de la roca, la formación de las marmitas, los diferentes tipos de rocas, de dónde vienen y a dónde van en su increíble viaje de millones de años.


Se trata éste, de un barranco no muy largo, de unos ochocientos metros de longitud, por el que no discurre habitualmente mucha agua, salvo en épocas de lluvia. Un barranco humilde pero muy bonito y que según nos contaba Ánchel está catalogado por el geoparque, por sus características, como muy de un alto interés geológico.

Tres tramos muy diferenciados componen este bonito y accesible barranco, la primera,un paso estrecho, con paredes casi paralelas que se abren a pocos metros de altura y que con las amenas indicaciones de Ánchel pudimos contemplar las diferentes marcas y grietas en sus paredes, el rastro que durante miles de años deja el paso del agua sobre la roca, los sedimentos que ésta va arrastrando.

El barranco se abre y encontramos una gran cavidad formada en la pared de margas que nos indica la fuerza que puede llegar a tener el agua y el desgaste que puede producir. Se pueden observar por la gran cantidad de rocas arrastradas (según las crecidas y el caudal), los caminos elegidos a través del paso del tiempo. Seguimos avanzando por un ancho desfiladero, viendo el monte y la vegetación que se nos abre al cielo y adivinando el estrecho paso que se nos avecina.


A continuación llegamos a lo que podríamos decir que es la parte más angosta, estrecha y bonita del barranco. Una gran roca suspendida en el aire nos invita a pasar, no sin antes apreciar los restos de una gran crecida varios metros por encima de nuestras cabezas.

Entramos en esta última parte donde varios destrepes nos indican el considerable descenso que nos introducen de lleno en una casi total oscuridad, vamos recorriendo el sinuoso y bonito barranco, con muy bellas formaciones rocosas y donde literalmente podemos ver manar agua de la roca. Salvamos un primer rápel de unos nueve metros, descendiendo cada vez más, resaltes y destrepes nos conducen por el barranco, pequeñas pozas nos ayudan a salvar los desniveles y tras los pasos más estrechos llegamos hasta el segundo y tercer rápel, estos ya un poco más pequeños. Unos metros más de angostas y bellas paredes de curiosas formaciones y salimos al final del barranco donde nos espera el pantano del Grado.

Un breve charla de Ánchel donde nos explica el comportamiento de los ríos pone fin al descenso. Y a continuación, como siempre toca regresar. Una, cómo no, bien empinada cuesta inicia el camino de vuelta, algo durilla, de unos quince o veinte minutos, pero que pronto y tras poder admirar el bello paisaje del entorno del embalse, llegamos a un plano que nos devuelve, durante otro cuarto de hora y a través de un bosque bajo de boj, encinas y mucho romero y aliagas hasta a los coches.

Una bien merecida comida en Aínsa pone fin a esta salida, a esta fantástica clase de geología donde hemos aprendido de la mano de nuestro maestro y ya gran amigo Ánchel Belmonte, al que le damos muchísimo las gracias por enseñarnos a ver, por prestarnos como él nos dice esas “gafas de ver”, gafas para ver las cosas que antes no veíamos.

Gracias Ánchel por enseñarnos algo más sobre estas montañas, sobre estos ríos. Y de la vida de las rocas.

Una nueva salida geológica, en esta ocasión senderista, ha programado el Club Nabaín para este domingo, 6 de octubre. Será en el entorno de Mediano, y dentro del programa #BoletaNiauraleza que esta entidad sobrarbesa organiza con el Ayuntamiento de Boltaña y con el patrocinio de la DPH. La inscripción está abierta: https://www.clubnabain.es/2024/09/excursion-geologico-senderista-castillo.html

Enrique Caminos (Club de Montaña Nabaín)

 












 

 

 Fotos: Carol Mys y Lorena Brusel

 

 

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