*Sábado 27 de mayo de 2023*
De Bergua a Oto por Ayerbe de Broto y la faja de Lis
El Club de Montaña Nabaín y el Club Atlético Sobrarbe recorren el flanco Este del “Anillo del Sobrepuerto”
Treinta y seis personas del Club de Montaña Nabaín y del Club Atlético Sobrarbe disfrutaron de uno de los tramos del Anillo de Sobrepuerto, nuevo recorrido senderista que circunda este macizo que se encuentra a caballo de las comarcas de Sobrabe y Alto Gállego. Los montañeros unieron Bergua y Oto, pasando por Ayerbe de Broto y la faja de Lis, en un bonito recorrido con preciosos bosques, testimonios etnológicos y aéreas vistas del valle del Ara con el retablo de fondo de las cumbres de Ordesa.
La marcha arrancaba entre las casas de Bergua -muchas de ellas rehabilitadas en los últimos años- y los carteles de sus habitantes pidiendo conservar impoluto su entorno natural. Tras cruzar las pasarelas que salvan, en su confluencia, los barrancos de Otal y de la Pera, que dan vida al río Forcos, el sendero va ganando altura en medio del “caixigar” que ha ido ocupando las terrazas talladas en las laderas durante siglos por los habitantes de estas montañas. Se alcanza de nuevo la altura de Bergua, que adquiere un nuevo rostro desde el otro lado del valle; y más tarde la de Asín, que quedan enfrente, sorpredentemente cerca, al otro lado del Ara.
El camino gira al norte, dirigiéndose en una subida constante hacia Ayerbe de Broto. Situado en un rellano de la montaña, al pie de Mochoya y Gábalo -dos de las cumbres principales de Sobrepuerto que rondan los 2000 metros de altitud-. El pueblo está parcialmente restaurado, con cuidado y respeto por la arquitectura tradicional. Pero con sus calles -las vías públicas por las que discurren los caminos que aquí confluyen-, las encontramos cerradas al paso, una circunstancia que el Ayuntamiento de Broto debería resolver. Atravesamos un prado y remontamos por sus empinadas “marguines”, abandonando la localidad sin poder conocer su arquitectura, su entramado urbano, ni las distintas caras de su iglesia.
Nuestra ruta deja a la derecha el sendero que baja hacia el Ara, para atravesar sin perder altura todo el empinado flanco Este del Sobrepuerto, partiendo de la faja de Lys. Variados bosques nos acompañan en un festival de perspectivas: vistas aéreas del valle, que reposa 400 metros más abajo, las laderas de la Corona y Suerio que protegen por su espalda los pueblos de la Solana, el Pueyo de Ballarín y esos montes en los que tanto disfrutamos cada año de los colores del otoño;...y las cumbres de Ordesa, con Mondarruego, ‘Treserols’, Gabietos,… y, en algunos puntos, ya más lejana y escondida, Coma Chibosa (Vignemale) cerrando el horizonte.
Descendemos, encontramos la pista que viene de Oto, para remontar hacia la ermita de la Ascensión y descender por un bonito camino hacia esta localidad, que nos acoge con mimo y nos permite comentar con calma los variados rincones que nos han hecho disfrutar en esta jornada. Han sido unos 16 kilómetros, cerca de 700 metros de desnivel, y una mochila llena de buenas sensaciones.
Juan Rodríguez Bielsa