miércoles, 11 de junio de 2025

Faja Mascarina. Entre Bielsa y Tella, por caminos olvidados (Crónica montañera)


El Club de Montaña Nabaín y Club Atlético Sobrarbe recorrieron las fajas del Cinca que enlazan estas localidades


En un territorio de montaña tan humanizado como fue Sobrarbe numerosas rutas atravesaban la montaña para conectar unas zonas con otras o para aprovechar sus recursos. Muchas fajas, situadas sobre paredes y laderas vertiginosas, hicieron ese papel. El 7 de junio veintidos integrantes del Club de Montaña Nabaín y el Club Atlético Sobrarbe recorrieron algunas de las que enlazan Bielsa y Pineta con la zona de Tella por encima del Cinca.


Pastores, enlazando unos pastos con otros,o recogiendo el ganado, habitantes de la zona parra completar con algo de caza su despensa o gentes que, por una u otra razón, querían moverse lejos de los caminos más transitados las recorrieron en su vida. Aunque hoy su rastro se difumina sobre la hierba o las rocas de estas laderas.


Arrancamos en Bielsa y nos dirigimos al Sur por un variado bosque y una senda cómoda. Alguna borda en los prados y el refugio de Montinier jalonan el recorrido. Continúamos ascendiendo hasta que, bajo los acantilados de Peña Altura y Bachaco giramos hacia el Este. Buscamos alguna traza que parezca senda. Subimos por pedreras y flanqueamos algunos neveros inclinados. Las vistas de la cordillera hacia el Norte son espectaculares. Hacia el Oeste contemplamos todo el valle de Pineta. Completo.


Estamos de nuevo sobre la vertical de Bielsa. El Cinca gira hacia el Sur casi 1200 metros más abajo. Hemos hecho casi todo el desnivel positivo de la ruta. Y nuestra vista se centra ahora en las imponentes paredes que protegen -formando una larguísima muralla- la montaña de Bachaco. Bajo ellas caminaremos empequeñecidos por sus dimensiones.


Laderas muy pendientes, a veces, o cortadas, en otros momentos flanquean nuestra marcha por la faja Mascarina. Buscamos las pequeñas plataformas del terreno para ir apoyando nuestros pies. Tras un largo tramo los pinos, y en ocasiones hayas o arces aparecen en nuestro recorrido, estrechándolo en ocasiones con sus ramas. Algún paso expuesto nos obliga a extremar la precaución.


Finalmente dos pequeñas canales remontan las paredes que parecían inexpugnables. Optamos por recorrerlas, descartando otras opciones. Tras superarlas nos dirigimos al bosque de Bachaco y a las “planas” que cultivaron en tiempos los vecinos de Tella, Arinzué, Lamiana… Lo atravesamos y tom,amos el camino que se dirige a esas localidades. No llegaremos a ellas. Tras un largo tramo giramos hacia el Este para descender hacia Salinas, por sendero, protegidos del sol por un bonito bosque.


Veinte kilómetros hemos recorrido. En gran parte de ellos, hacerlo ha sido posible gracias a la labor de búsqueda de la ruta que ha hecho durante varios días nuestro compañero Dani, de Boltaña, con unos otros amigos. Gracias por compartir la ruta y llevarnos al pasado de los habitantes de estas montañas.


Juan Rodríguez Bielsa (Club de Montaña Nabaín)







Fotos:

https://photos.app.goo.gl/2HaajkSM7vUZ3TLX7

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