Actividad conjunta del Club de Montaña Nabaín y el Club Atlético Sobrarbe
El sábado 3
de agosto vivimos una jornada montañera… montañera. Con la
ascensión a una cumbre lejana, muy poco conocida y una notable
altitud de 2.972 metros [el pico Guerreys]. Corresponde al punto más septentrional del
Valle de Chistau que, como una cuña, se enclava entre éste y los
valles franceses de Rioumajou y Val Louron. Forma parte del extenso
cordal que arranca del Pico Urdiceto y va recorriendo hacia el norte
la Peña Blanca, Puerto de la Madera, Punta Cabalera, Picos de
Culfreda, Pico Baliner, Guerreys y Lostou (ya en Francia). Fueron 14
los participantes.
Monitores de ambos clubes acompañaron y guiaron la actividad.
En primer
lugar, una larga y preciosa travesía recorriendo íntegramente el
Valle de Tabernés, dentro del Parque Natural Posets-Maladeta, hasta
el Puerto de la Pez con 2.460 metros de altitud. Aquí concluyeron 8
de los participantes. Aún les quedaba toda la vuelta. Para los que
era su primera visita a este valle del río Zinqueta de la Pez,
seguro será un recuerdo imborrable.
Un grupo de 6
continuamos hacia el oeste, directos por la cresta, dirección a la
cumbre. Se trata de un itinerario rocoso, de 500 metros de desnivel,
que hay que ir “negociando” por arriba, por lado norte o por lado
sur. Cresta preciosa y entretenida que hay que hacer con cuidado.
Aunque no es difícil, exige saber leer bien el terreno y estar
habituado a la progresión por este tipo de recorridos. Por eso lo de
jornada montañera, montañera. Ya que tiene su dosis de aventura y
exploración de un rincón de alta montaña poco conocido.
Desde la
reducida cumbre, donde se ubica un pequeño vivac de piedra, las
vistas son excepcionales. Tuvimos la suerte de poder disfrutarlo, con
una meteo muy favorable. Bocado de comida, fotos y descenso por el
mismo itinerario al que hay que dedicarle tiempo, sin prisas.
Los que se habían
quedado en el collado nos comunican por la emisora que ya están
bajando poco a poco. Nos encontraremos con ellos ya en los
coches ubicados en Es Plans, junto al camping El Forcallo.
En la cabana Baliner
nos encontramos y saludamos a Joaquín, el pastor encargado de cuidar
durante el verano un gran rebaño de ovejas, pertenecientes a varios
ganaderos del valle. Hoy precisamente han llegado al Valle de
Tabernés, en su “trashumancia” interna por los diferentes
puertos y pastos del municipio de Gistaín. Nuestro reconocimiento a
su trabajo y a la importancia vital de la ganadería extensiva en el
Pirineo.
Finalmente han sido 20 kilómetros de recorrido total y 1.500 metros de desnivel. La cerveza de rigor en la terraza del Camping El Forcallo es el protocolo que marca el fin de la actividad. Seguimos en ruta.
Alberto Bosque
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