Decenas de montañer@s de todos los rincones de Sobrarbe compartían ruta en esta poco conocida zona del valle del Ara de manos de los clubes Canciás, Nabaín, CAS y Mondarruego-Ordesa
Con esta actividad se cerraban las VIII Jornadas Montañeras de Sobrarbe, que dejan en la memoria las potentes actividades de Silvia Vidal, la transformación de nuestras montañas por el cambio del clima que narran la evolución del permafrost y los estudios de Mario Bielsa, o las emociones que generan los paisajes de la cordillera, a través de las fotografías de Marta Montmany
Junto a los clubes de montaña organizaron esta cita el Ayuntamiento de Boltaña y el Geoparque de Sobrarbe
Berroy bien merece una vuelta
La mañana es fría. Pero las brumas del fondo del valle parecen querer disiparse, sugiriendo, quizá, que vamos a tener un buen día de montaña. Treinta y cinco Montañeros y montañeras de todos los rincones, y de todos los clubes de Sobrarbe (Canciás, Nabaín, CAS y Mondarruego) nos hemos reunido en Fiscal para compartir la jornada. Cruzamos el Ara rodeados de patrimonio. La casa modernista de la margen izquierda -construida por albañiles sobrarbenses a principios del siglo XX- nos da paso al histórico puente -hoy muy modificado- que fotografió Briet. Al atravesarlo nos dan la bienvenida, ya en la margen derecha, el batán de Lacort -ubicado aquí por la amenaza del pantano de Jánovas-, el edificio de la Unión Electro-Harinera -fechado en 1902 y hoy convertido en biblioteca-, que nos habla de una incipiente “industrialización” de estos valles que no iría mucho más allá, y la iglesia de Jesús -actualmente espacio cultural municipal-, que nos lleva varios siglos atrás.
Atravesamos Fiscal para dirigirnos al arranque de la carretera de Bergua. Enseguida la abandonaremos para irnos acercando, entre cultivos y prados, al pueblo de Lardiés. El hielo se resiste todavía a fundirse sobre las piedras. Pero será por poco tiempo. Tras reagruparnos iniciamos el ascenso hacia Berroy. La estratégica orientación de esta localidad, hoy deshabitada, hace que el sol -además de las rampas del camino- nos temple el cuerpo enseguida.
Una campana sigue en la torre, que todavía conserva algunas pinturas. Un pozo, una fuente y otras zonas limpias de maleza nos recuerdan que hay quien se esfuerza con su trabajo desinteresado por mantener accesible este balcón sobre la ribera de Fiscal, que tiempo atrás estuvo llevo de vida. Junto a uno de sus edificios giramos hacia el Oeste. ‘Os Tisos’ ha rotulado sobre una piedra otro de los voluntarios que mantienen los caminos de la zona. Hacia allí vamos, entre “fajetas” que han ido tallando las fuertes pendientes de esta solanera cara de la Sierra de Berroy, para ganar sobre muros un poco de tierra cultivable. “1934” dice una inscripción realizada sobre una de las piedras del camino que va elevándose paulatina,mente hacia el Oeste. Algunas bordas caídas, un bonito prado y una estupenda panorámica de una amplia zona de Sobrepuerto (Cillas, Cortillas, la zona de Basarán, Oturia,…) nos saludan cuando llegamos a la collada de Rematrices. Un estupendo lugar para el almuerzo.
Desde aquí iremos descendiendo suavemente por las vertiente de Bergua, atravesando un precioso y húmedo bosque, de hayas, grandes pinos y bojes de varios metros de altura. La saca de madera en curso ha difuminado en algún punto el camino que, sin embargo puede irse siguiendo con facilidad. Sin subir a la Punta Berroy seguimos girando sobre el eje de esta montaña, para ir viendo entre los árboles Escartín, Ayerbe de Broto, las cumbres de Ordesa, Buesa, Asín, Suerio,…
El Ara vuelve a aparecer allá abajo, y el valle se va abriendo según nos acercamos de nuevo a Berroy. Enlazamos con el camino que desde esa localidad llevaba a la Pardina Asué y en poco rato volvemos a Berroy. Algunos compañeros vuelven a visitarlo, imaginándolo lleno de vida. Desde aquí ya solo nos queda desandar la primara parte de la ruta, y tomarnos un vino o un refresco juntos, haciendo nuevos planes de salidas compartidas. Gracias a Gonzalo y a los compañeros del municipio de Fiscal por descubrirnos estos rincones.
Berroy no es solo un túnel de carretera (aunque muchos puedan pensarlo). Berroy es muchas cosas (un pueblo, una sierra, un barranco,...; bosques, bancales, miradores,…) y merece más de una vuelta. Volveremos.
Jornadas Montañeras de Sobrarbe
Esta actividad cerraba las VIII Jornadas Montañeras de Sobrarbe, que han contado además con la participación de la escaladora Silvia Vidal, Piolet de Oro internacional y Medalla de Oro al Mérito Deportivo, que presentaba su expedición en solitario en Alaska. En su exposición pudimos ver el por qué de esos destacados reconocimientos que se asientan en una filosofía muy personal del alpinismo (en soledad, en lugares remotos, sin conexión ni comunicación, combinando la escalada de dificultad con la exploración) que no tiene réplica en otros deportistas.
El investigador benasqués Mario Bielsa, explicó la evolución del permafrost del Pirineo -los materiales subterráneos helados de forma duradera , al menos durante dos años, que sirven de “cemento” a las montañas-. De forma amena explicó el trabajo científico realizado en cuevas heladas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, para desentrañar los cambios que ha sufrido a lo largo del tiempo y contrastarlos con los que se están dando con el actual cambio climático provocado por las actividades humanas.
También la boltañesa Marta Montmany, autora de numerosas guías de montaña, compartió en una exposición una selección de sus mejores fotografías pirenaicas, esas que muestran la sensibilidad con que se acerca a la naturaleza y el paisaje de estas montañas que ha elegido para vivir.
Alrededor de 300 personas participaron en este programa de actos organizados por los clubes de montaña Atlético Sobrarbe, Nabaín, Mondarruego-Ordesa y Canciás, el Geoparque Sobrarbe-Pirineos y el Ayuntamiento de Boltaña.
Juan Rodríguez Bielsa




















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