En cuevas, en actividades nocturnas o en antiguos edificios encontramos a esos granmdes desconocidos que son los murciélagos ('moriziegos' en aragonés chistabín). Con una charla y una salida nocturna de avistamiento e identificación organizada por el grupo de Medio Natural del Club de Montaña Nabaín, y dinamizada por la asociación Alaudala quisimos saber un poco más de ellos. Cuarenta personas de todas las edades llenaron las plazas de que disponíamos. Te lo contamos.
Resignificar y conocer lo desconocido para valorarlo, respetarlo y conservarlo. Ni chupadores de sangre ni peligrosos. Gracias a Ricardo Pérez, de Alaudala formación ambiental, y al equipo de Medio Natural del Club de Montaña Nabaín, el pasado sábado pudimos disfrutar de una entretenida actividad teórico práctica en la que redescubrimos a los murciélagos, esos mamíferos voladores de los que tantas historias se han contado, otorgándoles el papel de de peligrosos o villanos.
Sin embargo, solo 3 de las 1400 especies de murciélagos del mundo se alimentan de sangre y ninguna vive en la Península Ibérica. Son seres que pueden pesar incluso pocos gramos, pero en una noche ¡son capaces de ingerir hasta 2000 insectos! ¡Qué suerte tenerlos cerca de casa, así nos libramos de moscas y mosquitos!
Por otra parte, son muy sensibles, sobre todo en invierno, momento en el que sus pulsaciones pueden bajar a ritmos de 10 pulsaciones por minuto, es aquí cuando hemos de prestar especial atención en no despertarlos ya que en el exterior no tienen aún de que alimentarse. En definitiva, estos pequeños mamíferos voladores, e insecticidas naturales con los que compartimos espacio son seres increíbles y no suponen ningún peligro para nosotros, más bien al contrario.
Deseo cerrar esta crónica con una bonita frase que nos dijo Ricardo: no es necesario que un ser vivo sea útil para nosotros para respetarlo. Se les respeta porque están vivos y eso ya es increíble.
¡Muchas gracias!
Elena Granados